Con la brillantez que requería la conmemoración del 75 ANIVERSARIO de la fundación de La Grande Obra de Atocha en Betanzos, tuvo lugar el pasado sábado 9 de abril en el salón-capilla del Centro un acto solemne y entrañable, que contó con la presencia de autoridades civiles y eclesiásticas, así como numerosos asistentes vinculados de una u otra manera a la Obra (Hijas de la Natividad de María, ex – directivos del ANPA, antiguos profesores y alumnos, familias…).
Tras la inauguración de una placa dando el nombre de Nuestro Fundador Don Baltasar Pardal Vidal a la calle del colegio, se celebró una Eucaristía de Acción de Gracias (con el vibrante acompañamiento de la Coral de La Grande Obra de Coruña), presidida por el Sr. Arzobispo de nuestra diócesis Mon. D. Julián Barrio, el cual en la homilía nos invitó a “mirar al pasado con agradecimiento, comprometiéndonos con el presente y caminando con confianza hacia el futuro… La educación trata de sacar lo mejor del alumno. Es una semilla de esperanza que da significado a las inquietudes humanas, transformando la mente y el corazón. Este perfil educativo se manifiesta en cultivar una enseñanza de calidad, fomentando el amor al trabajo, educando en la responsabilidad personal con alegría, en un ambiente de confianza, convivencia y amistad, y no olvidando la identidad cristiana. El colegio ha de ser casa de armonía… queridos responsables de esta comunidad educativa, educáis en la fe, en la solidaridad con los necesitados y en la responsabilidad en el trabajo… El Colegio es una comunidad en la que primero son los padres que han de estar presentes, como primeros y principales educadores de los hijos en todas las iniciativas, después los profesores y después los alumnos, realizándose la acción educativa a través de la colaboración de todos como manifestaba D. Baltasar”. Una vez finalizada la Eucaristía, para sorpresa general, se dio lectura a la BENDICIÓN APOSTÓLICA del papa Francisco; motivo de un aplauso entusiasta por parte de todos los asistentes.
Finalizada la Eucaristía tuvo lugar una evocación de la fundación del centro en el año 1940, la breve representación (magistralmente dirigida por docentes del Centro) nos trasladó a los momentos en que D. Baltasar impresionado por las necesidades que veía, se plantea hacer algo para remediarlas; la presencia de Dña. Carmen Pita, que dona a la Obra su casa de calle Valdoncel , es la respuesta de Dios a su peticiones. El Niño Jesús de Uvas y Espigas, admirablemente representado por una alumna, nos llenó de alegría y confianza. Previamente unas cantareiras” marcaron el cambio de la celebración religiosa al acto cultural. En el intermedio dos “gaiteiros” nos ayudaron a recrear los sonidos propios de nuestra tierra. Los más pequeños pusieron el broche final con un ¡feliz cumpleaños! al cole y una canción “La vida es bella” que nos invitó a mirar la realidad con los ojos limpios de los niños.
Como cierre, se compartió un vino español.
En suma, fue una jornada inolvidable, plagada de reencuentros, recuerdos y emociones contenidas, que no sería posible sin el esfuerzo, entrega e implicación de todos los colaboradores, miembros de la Comunidad educativa, a los que desde aquí enviamos nuestro más sincero agradecimiento. ¡Gracias!, mil gracias.
Sin duda D. Baltasar estaría orgulloso de su “Grande Obra”.