Hoy hemos celebrado la eucaristía
de inicio de curso y el día de la Natividad de María.
Ha sido una ocasión para dar gracias a Dios por el don de la vida, por el regalo de la educación y por el ejemplo de María. Hemos renovado nuestro compromiso con nuestra misión de formar personas íntegras, solidarias y felices, como quería Don Baltasar. Hemos encomendado a María nuestra labor docente, nuestros proyectos y nuestros sueños. Que ella nos proteja, nos inspire y nos bendiga en este nuevo curso.