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Algunos datos biográficos:
DON BALTASAR PARDAL VIDAL Nace el 17 de agosto de 1886 en Sta. Cristina de Fecha (A Coruña),en una familia sencilla y profundamente cristiana. En respuesta a la llamada de JESÚS de Nazaret, es ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1910. Su amor y dedicación a los niños y especialmente a los más desfavorecidos, lo mueve a fundar el Colegio LA GRANDE OBRA DE ATOCHA en La Coruña, el 30 de agosto de 1923. Años más tarde lo hace en Pontedeume, Betanzos y Arzúa. En 1955 extiende a varios países hispanoamericanos su “Obra” humana y social…
(para saber más)
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Algunas pinceladas:
Asentada en cuatro grandes pilares: Gran Cocina, Gran Escuela, Gran Taller y Gran Iglesia. Ofrece:
- Ambiente de fraternidad, alegría y amistad.
- Apertura a todos, especialmente a los más necesitados.
- Entrega generosa de los educadores.
- Posibilidad de integración en el medio social y cultural inmediato.
- Respuesta a las necesidades reales de los alumnos y la sociedad.
- Ayuda a descubrir y asumir una jerarquía de valores que dé sentido a la vida.
- Un modelo educativo abierto a la trascendencia, fundando su acción. educativa en el evangelio de Jesús y las enseñanzas de la Iglesia Católica
- Un proyecto integral cuyo centro son María y La Eucaristía.
- Una educación para la solidaridad entre los hombres y entre los pueblos intentando caminar, abiertos a otras culturas, hacia una fraternidad universal.
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Algunas pinceladas:
El criterio preventivo, haciendo propuestas de experiencias positivas:
- Educando desde lo positivo.
- Proyectando la educación más allá del aula y del horario lectivo.
El ambiente educativo que se caracteriza por:
- El clima de alegría, de fiesta, de gratitud y de amistad.
- El espíritu de familia con calor de hogar.
- El protagonismo de los alumnos.
- El trabajo, la disciplina y el esfuerzo diarios. Responsabilidad consciente.
- La sencillez en todos sus actos.
- La transparencia en las actitudes de cada día buscando siempre la verdad
- El desarrollo de hábitos de convivencia, respeto y aprecio a los demás, actitudes de diálogo y comprensión, libertad respetuosa.
- Respeto a la naturaleza e integración en el ambiente escolar.
- La sensibilidad ante las necesidades de los demás, compartiendo con los que están a nuestro lado.
La relación educativa personal que reconoce la individualidad y la historia personal de cada alumno que se refleja en:
- La familiaridad entre educadores y alumnos, la cercanía.
- La capacidad de acogida y de diálogo.
- La confianza, simpatía y compromiso hacia el mundo de los niños y los jóvenes, desarrollando la autoestima.
La presencia de los educadores que:
- Animan sus iniciativas.
- Ofrecen elementos de maduración personal con una enseñanza personalizada.
- Previenen experiencias negativas y conductas inadecuadas.
- Abren constantemente una visión religiosa de la vida.
La relación familia-escuela, que promueve:
- El trato sencillo, franco y dialogante con los padres.
- La participación activa en el proceso de formación integral de sus hijos.
- La interrelación mediante fiestas, celebraciones, convivencias, conciertos, actividades…
- La preocupación solidaria por las familias.
La oferta respetuosa de una experiencia de fe que se caracteriza por:
- El encuentro con Dios-Padre en la vida ordinaria.
- La celebración de la fe, os sacramentos, y el trato familiar con Jesús en la Eucaristía.
- Una profunda y tierna filiación mariana, con la celebración de sus fiestas.
- El sentido de Iglesia, de hermanos, pidiendo perdón y perdonando.
- La proyección solidaria y misionera de la propia fe.
Las propuestas de compromiso cristiano:
- En el cumplimiento del deber.
- En la solidaridad.
- En la vida social.
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